PROGRESO.- La pesca del mero se desplomó, de modo que el 90% de los barcos de la flota mayor de Yucalpetén está amarrado en los muelles, ya que en 18 o 20 días de pesca sólo obtienen de 400 a 600 kilos de esa especie, lo que sólo deja grandes pérdidas.
En la costa, los pescadores ribereños también resienten la baja captura del mero y son cientos de embarcaciones de ribera que se encuentran inactivas, atracadas en los refugios pesqueros y en la playa, en espera de que se inicie la temporada de pulpo, que comenzará el 1 de agosto.
Varias empresas pesqueras tienen el cien por ciento de sus barcos amarrados en los muelles, como el caso de Promarmex; Pescados Mexicanos tiene atracado el 75%, de una flotilla de cien embarcaciones.
Maspesca, Industrial Pesquera Cuevas, Congeladora Velázquez, Jesús Quiñones, Almexgo, Industrial Golfo y Caribe y José Cortés Góngora tienen la mayor parte de sus barcos amarrados en los muelles.
Lo que el sector pesquero temía ya ocurrió: el mero colapsó, como lo muestran los bajos volúmenes de captura. Pescadores, permisionarios y empresarios pesqueros afirman que el mero colapsó y que lograr la recuperación de esta especie es muy difícil.
Los barcos arriban con capturas de 400 a 600 kilos, luego de un viaje de 18 a 20 días en altamar; a su retorno son amarrados en los muelles, debido a las cuantiosas pérdidas económica que no son recuperables.
Manuel Sánchez González, presidente del Sistema Producto Mero señala que el mero está colapsado y vive una etapa de cáncer que aún no está en su etapa terminal, pero los médicos del sector pesquero (autoridades, científicos, pescadores, armadores y empresarios) deben de intervenir y colaborar para rescatarlo y aplicarle una cirugía mayor para su curación.
Sánchez González afirma que la situación del mero se empeoró este año, pues los barcos arriban con bajas capturas, de modo que todo es pérdida, ya qu no sale para los gastos de avituallamiento y los pescadores no pagan los anticipos y todos quedan debiendo; los armadores pierden su capital, de mod que mejor decidieron amarrar sus barcos.
“En la historia de pesca de Yucatán y a 46 años de la fundación del puerto de abrigo de Yucalpetén, esta es la primera vez que la flota mayor, compuesta de 550 barcos, vive su peor crisis, pues los barcos son amarrados y los pescadores quedan desempleados, de modo que también hay un problema social, porque son jefes de familia que pasan serios apuros para llevar el sustento familiar y se complica aún más por los gastos de la clausura de los cursos escolares”, precisó.
El directivo indicó que el sector pesquero se ha reunido para analizar la situación del mero y se elabora un documento con propuestas para el rescate de la pesquería, como la ampliación del período de veda, una talla mínima de pesca y regular el uso de las artes de pesca, entre otros.
Sobre la causa del desplome de la pesca, pescadores y armadores lo relacionan con la pesca de pepino de mar, pero también lo atribuyen a los vientos y corrientes marinas que se registran lejos de la costa, en donde laboran los barcos de la flota mayor.
El armador Oswaldo Esquivel señaló que durante los primeros seis meses del año han estado muy fuertes las “corrientadas” en altamar y considera que esa es una de las causas de la baja captura del mero; sin embargo, también piensa que la sobre explotación del pepino de mar afecta al mero.
Pescadores con experiencia que indican que el pepino de mar consume lo que se arrastra en el fondo marino y después lo que expulsa sirve de alimento para el mero; por consiguiente, además de las corrientes, la explotación del pepino sería una de las causas de la crítica situación en que se encuentra el mero. que durante muchos años fue considerado como la principal pesquería de Yucatán.
Daniel Castro Narváez, permisionario de Chuburná, dijo que la pesca de ribera también resiente la crisis que vive el mero, pues una lancha, que el año pasado traía 70 kilos, ahora sólo logra capturas de 10 a 15 kilos, de modo que el pescador no gana y el dueño de la lancha se endeuda.