DZILAM BRAVO.- En episodio más de los problemas por la pesca ilegal de pepino de mar, poco más de 250 personas dedicadas a la depredación de esta especie rodearon el campamento militar y amenazaban con lapidarlo si los militares llevaban al cabo un operativo contra pescadores furtivos.
La reacción de la gente se debió a que las autoridades marítimas y los soldados ubicaron un salcochadero clandestino dentro de los mangles, cerca de un lugar conocido como las Bocas.
Esta acción movilizó a muchos policías que llegaron al puerto a fin de evitar un enfrentamiento con la gente.
No hubo enfrentamiento y cuando los soldados iban a clausurar el salcochadero los pescadores furtivos que ahí se encontraban le prendieron fuego a su campamento, para borrar todo tipo de evidencia.
Los depredadores, oriundos de Celestún y de Progreso, que acaban con todas las especies marinas, como pepino de mar y pulpo que está en veda, huyeron corriendo entre los mangles y otros más a bordo de alrededor de 50 embarcaciones, muchas de las cuales no tienen matrícula, que llevaban potentes motores fuera de borda.
De acuerdo con datos recabados, en el salcochadero clandestino, descubierto tierra adentro por las autoridades competentes, había alrededor de cinco toneladas de pepino de mar procesado, tanques de gas, pailas, básculas y todas las herramientas que son utilizadas para el proceso del equinodermo, pero para borrar todo tipo de evidencia los pepineros le prendieron fuego.
El convoy de la SSP se mantuvo a la expectativa, con rondines de vigilancia y poco a poco la gente se retiró y volvió al puerto la calma.