PROGRESO.- Con negocios disfrazados de venta de comida china, de aparatos electrodomésticos y artículos para el hogar, entre otros, decenas de asiáticos promueven la pesca ilegal de pepino de mar, que ha dejado a unos 50 pescadores muertos y unos 500 descompresionados, quienes vivirán el resto de sus días con las secuelas de la descompresión.
La mayor parte de los asiáticos se estableció en Mérida, en donde instalaron negocios para ocultar la ilícita actividad que promueven en la costa yucateca, aunque hay varios en municipios del interior del estado.
Estos sujetos, a base de ofrecer grandes cantidades de dinero ya se infiltraron en el sector pesquero y desde ahí promueven la pesca furtiva del pepino de mar, especie que está a punto de extinguirse en Yucatán, como ocurrió en el Pacífico, en donde los chinos ocasionaron que se acabe el equinodermo.
Lourdes Kantún Manzano, directora del Centro Cultural Pesquero de la Unión de Pescadores de Yucatán, dice que se debería de expulsar a los chinos del país, porque fomentan actividades ilícitas y dañan al medio ambiente marino.
La entrevistada dice que los chinos se aprovechan de las necesidades de los cientos de hombres de mar, que pasan por una crítica situación, debido a la baja captura de especies de escama, y promueven la pesca furtiva.
“A consecuencia de la irregular captura del pepino de mar, tanto en períodos autorizados en temporadas y como de manera ilegal, han muerto 50 pescadores y poco más de 500 se descompresionaron en todo el litoral; éstos vivirán con las secuelas de la descompresión mientras que los chinos están felices y contentos, sin que les importe que los hombres de mar queden afectados de por vida”, afirmó Lourdes Kantún.
Pescadores de la flota mayor de Yucalpetén, ribereños de este puerto y de las comisarías, como Remigio Balam Pech, Ricardo Castro Poot y Eduardo Rodríguez Pérez, coinciden con Lourdes Kantún en que el problema del pepino de mar tiene nombre: son los chinos que llegaron para explotar una pesquería nueva, desconocida hasta cierto punto en la costa de Yucatán y que con los millones de pesos que derramaron los asiáticos despertaron la ambición de pescadores, permisionarios y de algunos empresarios.
Lourdes Kantún dijo que a través de la estación de la radio del Centro Cultural Pesquero escuchan los comentarios de los pescadores, quienes dicen que cada vez hay menos volúmenes de captura de escama y que ven en altamar lanchas de pepineros, en su mayoría furtivos.
Asimismo se escuchan los reportes de descompresionados y buzos que mueren en altamar, situaciones muy lamentables para el sector pesquero.
“¿Qué pasaría si un mexicano va a China y promueve la pesca ilegal y comienzan a morirde los pescadores de ese país asiático?”, se pregunta Lourdes Kantún.
Lo más seguro es que al mexicano lo expulsen de China o lo encarcelen e incluso hasta lo mandarían fusilar para terminar con el problema; lo mismo debería de hacerse en Yucatán: hay que ubicar a los chinos que promueven la pesca ilegal, que los expulsen o los encarcelen y les den cadena perpetua, con eso se acabaría la captura furtiva, precisó.
El ribereño Reinaldo Pool Balam señaló que se afirma que los chinos acabaron con el pepino de mar en aguas del Pacífico mexicano y después se trasladaron a Yucatán, en donde hacen lo mismo, con graves consecuencias para el medio ambiente marino y para lo buzos descompresionados.
Los entrevistados dijeron que a los chinos no les interesa la suerte que corren los pescadores al sufrir una descompresión y tampoco si los detienen y los encarcelan, ya que los asiáticos no dan ayuda para la atención médica, ni abogan para que los liberen, ya que simplemente buscan a otros comerciantes de especies marina para que trabajen para ellos.
Los ribereños exigen que las autoridades estatales y federales frenen la pesca furtiva del pepino de mar, cuya ilícita actividad afecta a otras especies marinas.