Mérida.- Debido a la proliferación de “minicasinos” en comercios del Centro Histórico así como en “tienditas” de colonias y fraccionamientos, el director del Centro de integración Juvenil (CIJ), Víctor Roa Muñoz, destacó la urgente necesidad de eliminar las “maquinitas de juegos de azar”.
Expresó que a pesar de la clausura de tres casinos y el cierre de otros por concepto de “remodelación”, dichas maquinitas afectan notablemente a la población de posición económica baja, pues muchas veces gastan todo su dinero con la esperanza de al menos recuperar lo invertido.
Remarcó que la ludopatía no distingue posición socioeconómica, aunque las personas con un nivel medio y alta optan por acudir a los casinos, los de clase baja inundan los “minicasinos” que están en diversos comercios del primer cuadro de la ciudad así como tienditas de diversas áreas habitacionales de Mérida.
Lamentó la falta de un estudio para conocer el grave problema de la ludopatía en el Estado, o al menos, en Mérida.
Sin embargo, por lo pronto, ya se estableció cuatro grupos de edades de personas adictas al juego.
El principal rango lo ocupan las personas mayores de 45 años de edad, la mayoría son mujeres, las cuales son jubiladas o pensionadas, cuya adicción es, principalmente, “una forma de evadir problemas negativos, como la frustración”.
Mientras que en la segunda posición están los adultos que tiene entre 30 a 45 años, el tercer peldaño está los jóvenes de entre 18 a 29 años.
Advirtió el rápido crecimiento del cuarto grupo de edad, adolescentes de entre 16 a 17 años de edad, quienes acuden a los casinos como una forma de convivir y divertirse así como también, con la fantasía de ganar dinero sin mayor esfuerzo.
Aumento de ventas
Asimismo, ante el cierre ‘temporal’ de los casinos en Yucatán, por las plazas comerciales aledañas a las casas de juego, los comercios dedicados a la venta de pastelitos, refrescos, cafés y paletas registran ventas inusuales, incluso han agotado antes de tiempo su producto.
El mayor movimiento se registra en las plazas Fiesta y Senderos, donde en los casinos que se ubican en la zona aparecen sendos letreros que señalan “cerrado temporalmente”.
Ante tal situación, las personas de la tercera edad deambulan por las áreas de comidas y las islas donde venden diversos pastelillos y cafés.
En Plaza Fiesta la demanda fue tal, que los encargados de la panadería El Retorno comentaron que el pasado viernes 16 se les acabó el producto, por lo que incluso fueron regañados por el dueño del negocio por no prevenirse a tiempo.
“No lo esperábamos, fue un movimiento inusual, casi todos nuestros clientes fueron adultos mayores, en especial mujeres”, comentó el personal de este negocio.
Personas entrevistas reconocieron que eran asiduos a los juegos de casino, donde pasaban varias horas en compañía de conocidos de la misma edad, con quienes ahora se topan en el área de restaurantes, “pero sólo convivimos cuando mucho un par de horas, cuando antes estábamos hasta entrada la madrugada”