MÉRIDA.- En una repuesta poco inteligente, mañosa y con intento de tapar una pésima obra, el diputado Francisco Torres Rivas trata de culpar al alcalde meridano de una obra que el gobierno del estado hizo muy mala, que a menos de dos años se ha deteriorado terriblemente, lo que demuestra la mala calidad de los trabajos hechos, cobrados a precios muy altos, afirmó el regidor Juan Barea Canul.
El deterioro de las calles y aceras del centro histórico no se debe al supuesto abandono del que habla el diputado sino a la mala calidad de la obra, que en sólo dos año ya se dañó, cuando por lo menos su vida útil debe ser de 10 años, indicó el coordinador de los ediles panistas.
“La mentira es el camino para tratar de confundir a la gente, cuando en realidad la obra es de muy mala calidad, como constatan a diario los meridanos que pasan todos los días por el centro, no sólo los regidores”, precisó el entrevistado.
Es infantil tratar de decir que las aceras ya se deterioran porque el alcalde no le da mantenimiento, cuando en realidad la mala calidad es evidente; la gente no es tonta no la engañan; los ciudadanos saben quién miente y saben que una obra de esta clase bien hecha no se deteriora en dos años, afirmó el edil.
El regidor Juan Barea fue entrevistado respecto al boletín que envió el diputado, en el cual trata de echarle la culpa de una obra mala al alcalde.
El director de Obras Públicas de la comuna Carlos Arcudia Aguilar, acompañado de varios regidores realizó un recorrido ayer en la mañana por el centro histórico para mostrar graves fallas en los trabajos de rescate que se hicieron.
El recorrido de funcionarios de la Comuna empezó poco después de las ocho de la mañana y concluyó a las 9:40, después de supervisar varias calles y ver el deterioro de las mismas y de las ceras. Entre las fallas detectadas están las siguientes: placas de banquetas rotas, desajustadas, partes hundidas o con movimiento; rejillas pluviales reemplazadas o inexistentes; orillas del pavimento rotas en las orillas donde la CFE coloca las tapas metálicas a sus instalaciones subterráneas; registros de Telmex rotos, rampas para discapacitados resbalosas.
A continuación el texto íntegro del boletín del diputado priista:
Un recorrido realizado ayer por regidores panistas puso de manifiesto el abandono que impera en el Centro Histórico de Mérida por el nulo mantenimiento que debería darle el Ayuntamiento, evidenciando así la actitud irresponsable que ha asumido la autoridad municipal desde 2012.
El diputado Francisco Torres Rivas expuso que el recorrido de los ediles de Acción Nacional en calles del centro “dejó en evidencia lo que venimos diciendo desde hace dos años: el grave riesgo que representa no dar mantenimiento a las vialidades de la ciudad”, siendo obligación y facultad del Ayuntamiento.
Entrevistado hoy al término de la sesión del Congreso del Estado, Torres Rivas destacó el “monumento mediático” que, paradójicamente, levantaron los regidores panistas a Renán Barrera para dejar constancia de su irresponsabilidad y confirman lo que hemos insistido desde hace dos años.
“Las fotografías de los regidores son elocuentes e ilustran muy bien la grave situación que ha propiciado el Ayuntamiento con su negativa de invertir en mantenimiento”.
La falta de voluntad del alcalde Renán Barrera afecta incluso la calle 60 del centro, desde la Plaza Grande hasta Santa Ana, cuyos trabajos de rescate se realizaron en la gestión de Xavier Abreu Sierra. A lo largo de todo este tiempo las administraciones de Manuel Fuentes, César Bojórquez y Angélica Araujo les dieron mantenimiento.
“Y hoy vemos con tristeza e impotencia cómo en esta céntrica calle 60 hay áreas con fracturas en el pavimento y tramos donde faltan grandes pedazos de concreto porque la actual administración municipal no ha invertido un solo peso en su mantenimiento”.
Añadió que a la altura de Santa Ana se aprecia que esta situación “es terrible” y muestra la falta de voluntad del Alcalde por mantener sanas las vialidades.
En los tramos del centro que ayer recorrieron los regidores tampoco se ha invertido un peso y es lamentable que los meridanos tengamos que estar sufriendo esta situación por motivos políticos.
Además, aparentemente el vandalismo hace de las suyas ante el desinterés del Ayuntamiento por proteger el patrimonio de los meridanos, como el mobiliario urbano y las rejillas pluviales, que son arrancados y dejan trampas viales.
En Santiago hace unos días cayó un vehículo en una zanja donde fue arrancada una rejilla metálica. Era evidente el metal cortado y el concreto picado.
“Ayer pasé por aquí mismo y esa rejilla aún se encontraba”, dijo el señor Carlos Martín mientras miraba su Jetta atrapado en el cruce de las calles 59 y 74.
Además de la pérdida de tiempo, se quejó de los daños materiales y perjuicios económicos.
El diputado Torres Rivas indicó que “hemos estado en contacto con este ciudadano afectado y él lamenta que el Ayuntamiento no quiera hacerse responsable de cuidar la infraestructura y la Policía Municipal no intervenga para prevenir estos incidentes”.
A una pregunta de un reportero, Torres Rivas no quiso aventurarse a afirmar que se trate de “autorrobos” por parte del Ayuntamiento para echarle la culpa al autor de los trabajos, porque sería algo “muy perverso” de la autoridad municipal el afán de denostar los trabajos en vez de ponerse a trabajar.
“No creemos que gente de Acción Nacional afecte a terceras personas con acciones como ésta. Lo que sí exigimos es que la Policía Municipal vigile el patrimonio de los meridanos porque es un proyecto diseñado por la sociedad, en conjunto con cámaras empresariales, colegios de profesionistas y especialistas en patrimonio histórico”.
Precisó Francisco Torres que los trabajos en la calle 59 no le correspondieron a él realizarlos, sino a su sucesor en la Secretaría de Obras Públicas del Estado, Jorge Arjona Puerto.
Por último, reiteró el exhorto al alcalde Renán Barrera, quien se ha referido a él en forma personal, de no politizar más este tema sino anteponer su interés como meridano para conservar el Centro Histórico.
Incluso, dijo el diputado, a seguir invirtiendo recursos para un patrimonio que siga siendo orgullo de todos lo meridanos. “Ojalá lo reconsidere”.