PROGRESO.- Al cumplir 143 años de fundación, el puerto tiene cinco preparatorias, dos privadas y tres públicas, y con ellas cubre de manera satisfactoria la demanda de los estudiantes de este nivel, quienes tienen la opción de elegir qué tipo de bachillerato que quieren cursar, ya sea el normal o uno técnico.
Las preparatorias del puerto son la Preparatoria Progreso, el Centro de estudios Tecnológicos y del Mar (Cetmar), El Colegio de Bachilleres (Cobay), el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Yucatán (Cecytey) y la preparatoria Pablo Moreno Triay.
Entre estas cinco escuelas la más antigua es la Preparatoria Progreso, que tiene 48 años de fundada y la más reciente es el plantel el Cecytey, con cinco años. El Cetmar tiene 32 años de fundación, el plantel del Cobay va a cumplir 27, y la preparatoria Pablo Moreno sólo tiene seis años de creación.
Esto quiere decir que Progreso tuvo a su primera escuela preparatoria 95 años después de su fundación y fue un colegio privado. Antes los alumnos de ese nivel escolar viajaban a Mérida para estudiar el bachillerato.
Sin lugar a dudas, el plantel del Cobay es el que más alumnos tiene, con poco más de 1,200, de modo que se ha convertido en la primera opción de los jóvenes egresados de secundaria, que quieren entrar a la preparatoria.
Le siguen el Cetmar con 400 alumnos y luego la Preparatoria Progreso, con poco más de 200 y finalmente el Cecytey y la preparatoria Pablo Moreno.
El Cobay
El director el plantel del Cobay es Irving Castillo Ávila, quien es egresado de este colegio, que fue fundado el 7 de septiembre de 1987. El alcalde progreseño Daniel Zacarías Martínez también egresó de este plantel.
Irving Castillo dice que en el puerto el Cobay es el colegio de mayor demanda, debido a la gran calidad educativa, de sus maestros y del personal administrativo.
El director dice que el Cobay ejerce notable influencia en el desarrollo global del puerto, ya que tiene una participación activa en la vida educativa, social, deportiva y civil y porque participa en muchas acciones conjuntas con el Ayuntamiento, como concursos, competencias y convocatorias.
El entrevistado recordó que el Cobay comenzó a dar clases en la escuela Rafael Cházaro Pérez, en 1987, y a partir de 1990 se trasladó al local que hasta hoy ocupa, en el suroriente de la ciudad.
“En instalaciones, al plantel tiene 15 aulas didácticas, una sala audiovisual, dos laboratorios de ciencias experimentales, un taller de cómputo y un taller de turismo”, explicó el director de la escuela.
Irving Castillo destacó el hecho de que, de los 72 plantes que el Cobay tiene en Yucatán, sólo el de Progreso cuenta con un taller de turismo, que les permite a los alumnos, en dado caso que no sigan estudiando, poder trabajar ya que aprenden preparación de alimentos y bebidas, servicio al cliente, agencias de viajes, operaciones hoteleras y gastronomía.
Dijo que otro logro importante del Cobay progreseño es que, a partir de septiembre de 2013, ingresó al Sistema Nacional de Bachillerato, debido a que ofrece una educación de calidad, porque sus maestros están debidamente preparados.
Finalmente, Irving Castillo dijo que el plantel del Cobay tiene entre sus pilares y valores el respeto, el orden y la mejora continua, aspectos que la administración del plantel vigila que se cumplan, en benficio de todos.
El CETMAR
El Cetmar, cuyo director es Carlos Andrés León Alemán, fue la segunda escuela de nivel bachillerato que se fundó en el puerto y la primera de educación pública gratuita de ese nivel. Se fundó en 1981 y tuvo su primer local en la escuela Rafael Cházaro Pérez.
Una de las ventajas de esta escuela que es la única de Progreso que cundo egresan, los alumnos ya pueden trabajar porque obtienen un título técnico y cédula profesional.
Los alumnos pueden elegir entre las siguientes especialidades: Navegación y Pesca; Acuacultura; Preparación de Alimentos y Bebidas; Procesamiento Industrial de Alimentos; Refrigeración y Aire Acondicionado, y Mecánica Naval. El Cetmar tiene unos 400 alumnos, de los cuales 95 se gradúan este julio.
Aunque está fuera de lo educativo, el Cetmar tiene el campamento tortuguero, que dirige Jorge Aménica, y que se dedica a cuidar huevos e tortugas y una vez eclosionados liberan a las tortuguitas.- José Manuel Sierra Herrera.