MÉRIDA.- En las reformas constitucionales locales en materia política, que se hicieron hace poco, el papel perverso y convenenciero lo jugó el PRD, porque se unió al PAN para promover la reelección de alcaldes, pero luego se unió al PRI y al PVEM para impedir que eleven al 3% el porcentaje de votos para que los partidos pequeños conserven su registro.
Numerosos priistas con aspiraciones de ser alcaldes se molestaron porque sus diputados locales no pudieron imponer que el período de un presidente municipal sea de cuatro años, como querían, y finalmente aceptaron que se haga la reelección por un período, ya que no tienen la mayoría calificada para modificar la constitución local y en este caso el PAN y el PRD le hicieron manita de puerco al tricolor.
El PAN ni las manos pudo meter en el caso del porcentaje para que los partidos conserven su registro, ya que el PRD se unió al PRI, partido que no quiso que ambos temas –reelección de alcaldes y porcentaje para conservar el registro-, se votarán por separado, para no evidenciar su alianza con sus satélites PVEM y PRD.