Mérida.- “Una monarquía renovada para un tiempo nuevo”. Esta frase repetida en dos ocasiones resume brevemente el fondo del primer discurso de Felipe VI como monarca, lo que el nuevo rey espera sea su reinado. Acompañado por la Reina Letizia y por sus dos hijas, el rey ha sido hoy proclamado como monarca de todos los españoles esta mañana en una ceremonia en las Cortes Generales solemne y austera. En sus primeras palabras como Felipe VI, el rey se ha dirigido “al conjunto de los españoles” resaltando su “gratitud hacia su padre” y su madre, la reina Sofía que observaba desde el palco la ceremonia, y subrayando la labor de la corona en la reconciliación y unión de los españoles. El discurso de hoy sienta las bases de cómo encara Felipe VI su reinado, en un momento de gran confrontación política con Catalunya por sus aspiraciones secesionistas. Sobre este particular Felipe VI ha enfatizado: “En España, unida y diversa, cabemos todos”. El rey ha dado un discurso en el que ha mirado hacia los retos de futuro que se plantean en España, atendiendo, entre otros asuntos, a los conflictos separatistas momento en que ha hecho hincapié en el papel aglutinador y mediador de la Corona. Felipe VI ha acabado su intervención pronunciando unas palabras en las cuatro lenguas coficiales del Estado: castellano, catalán, euskera y gallego.
Con una marcada voluntad de hacer de la monarquía una institución amoldada a los nuevos tiempos, el rey ha destacado que con el suyo “comienza el reinado de un rey Constitucional” y que todos encontrarán en él “a un jefe leal dispuesto a escuchar, comprender, advertir y aconsejar defendiendo los intereses generales”. El nuevo monarca ha valorado como “imprescindible” la modernización de España, su “unión”, la “paz y la cooperación internacional”. “Tenemos un gran país somos una gran nación, creamos y confiemos en ella”, ha expresado el rey tras mostrar su orgullo por el pueblo español del que se ha despedido con un “muchas gracias! en catalán, español, euskera y vasco, seguida de una sonada ovación en el pleno que ha durado varios minutos.
Momentos antes, vestido con el uniforme de gran etiqueta del Ejército de Tierra, el Rey llegaba a las puertas del Congreso entre gritos de “Felipe, Felipe” que jaleaban los ciudadanos presentes en la Carrera de San Jerónimo. En la calle Cedaceros le esperaba el presidente Mariano Rajoy y a su llegada sonaba el himno nacional y 21 salvas de honor.
Don Felipe y Doña Letizia, junto con la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía, llegaron al Congreso en un Rolls Royce con capota, perteneciente a Patrimonio Nacional, desde el Palacio de la Zarzuela, donde esta mañana don Juan Carlos le ha colocado el fajín de capitán general de las Fuerzas Armadas en un acto muy breve ante la Reina Letizia, el ministro de Defensa y la cúpula militar al completo. El rey Juan Carlos, que se ha mostrado emocionado, ha decidido no acompañar a su hijo en su proclamación en las Cortes pero pero se ha reencontrado con él en el Palacio Real.
A la llegada al Congreso, un batallón compuesto por una escuadra de gastadores, bandera, banda y música, y cuatro compañías de los tres ejércitos y de la Guardia Civil, que han tocado el himno de España y marchas militares, ha rendido honores a los Reyes. El Rey ha pasado revista a las tropas junto al jefe del Estado Mayor de la Defensa y del jefe del Cuarto Militar de la Casa de su Majestad el Rey antes de entrar por la Puerta de los Leones, cubierta por un gran dosel con el escudo nacional, donde le han recibido el presidente del Congreso, Jesús Posada, y el del Senado, Pío García Escudero.
Por primera vez se ha inclinado la bandera de España ante el nuevo capitán general de los Ejércitos, que ha esperado posteriormente a la Reina y a su hijas, y han bajado saludando al público que le aclamaba.
Con la publicación esta madrugada del BOE, Don Felipe de Borbón ya era Rey de España. Si bien desde 1812 en España no existe la tradición de coronación o entronación de los monarcas -ya que el modelo de Estado es una Monarquía parlamentaria y son las Cortes Generales las que proclaman al Rey-, de viva voz sí se habla de coronación real. La sobria ceremonia en las Cortes Generales en la que ha estado acompañado por su mujer, la Reina doña Letizia, y de sus hijas -su primogénita, Leonor, princesa de Asturias en sustitución de su madre-, ha sido el juramento público de su cargo, ya como Felipe VI.
Tras su discurso, los Reyes recibieron en el salón de los Pasos Perdidos el saludo de los componentes de la mesa del Congreso y Senado y de los invitados institucionales.

Vanguardia.-