PROGRESO.- Al finalizar la jornada, prestadores de servicios de este puerto estaban contentos porque unos dos mil turistas del crucero Carnival Triumph gastaron dinero y dejaron una buena derrama económica en el malecón.
La derrama de dólares fue ayer miércoles, pues los 3,280 pasajeros y 1096 tripulantes del Carnival Triump estuvieron poco más de siete horas en la ciudad y en las zonas arqueológicas.
A los prestadores de servicios les fue bien ayer, aunque a Mario López López, quien vende globos de figuras, sus clientes extranjeros, quienes le pidieron 10 globos para sus hijos, se fueron sin pagar.
Conforme el globero preparaba las figuras y las entregaba, sus clientes se alejaban del lugar, de modo que cuando se dio cuenta la mayoría se había retirado; sin perder la calma, se sentó a un costado del malecón para observar donde se encontraban sus clientes, los ubicó y les fue a cobrar, aunque sólo pudo cobrarles a cinco clientes, pues a los otros no los halló; vende cada globo a un dólar.
A su vez, a Mario Rosado, vendedor de papalotes, le fue muy bien con el crucero, pues vendió 10 de ese producto, a cinco dólares cada uno; la buena venta se debió a que en el crucero llegaron numerosos niños.
“Los papalotes los ofrezco a siete dólares, para dejarlos a cinco, pues aquí en Progreso los turistas regatean en todos los productos y servicios; en cambio en Majahual y en Cozumel pagan lo que se les pide”, señaló Mario Rosado.
Los pasajeros del Carnival Triumph llegaron al malecón cuando se llevaba al cabo el partido de fútbol del mundial entre Holanda y Australia, de modo que muchos entraron a los restaurantes para ver el juego, mientras otros optaron por rentar motos acuáticas para pasear en el mar, aprovechando el buen tiempo que prevaleció.
La derrama de dólares fue para los restaurantes, artesanos, rentadores de carros de turismo, ambulantes, artesanos instalados en el tianguis del local del sindicato de taxistas, así como para las masajistas, los meseros que atienden las palapas del malecón y para los rentadores de motos acuáticas, terrestres y carros de golf.
Los más de dos mil pasajeros que llegaron al malecón por grupos y a diversas horas ocuparon casi medio malecón, así como la calle 80, donde hay bares instalados. También recorrieron las principales calles de la ciudad, el mercado y la Casa de la Cultura.