palacio progro
Continúan las inspecciones para reparar los daños que presentan las estructuras del techo. (grillo porteño)

PROGRESO.- La mayor parte del techo de la planta alta del centenario palacio municipal tiene humedecimiento general y altos riesgos de desprendimientos, de modo que por segundo día consecutivo se mantuvo cerrado al público, a fin de que personal de Obras Públicas municipales continúe con la inspección.
Ayer martes salió a relucir que el desplome de una gran parte de concreto del cielo raso en la sala de recepción fue el tercer desprendimiento que se registró en los últimos 12 meses, lo que preocupó aún más a los empleados municipales.
El primer desprendimiento se dio en la oficina del síndico Raúl Lara Caro, pero el ex alcalde no se encontraba cuando ocurrió. Luego se registró otro desplome en la oficina de Martha Cortés Herrera, regidora de Comisarías, y en área del Jurídico, situaciones que los empleados municipales consideran que fueron los primeros avisos, pero esa vez no retiraron los plafones para inspeccionar todos los techos.
El palacio municipal, que fue cerrado desde el lunes para que personal de Obras Públicas municipales haga pruebas de resistencia en los techos, permaneció cerrado ayer martes, pues se inspeccionaron todos los departamentos, incluida la oficina del alcalde Daniel Zacarías Martínez, donde también hay partes agrietadas en los techos.
Hoy miércoles se reabriría parcialmente el palacio municipal, aunque quedará cerrada la mitad que abarca la zona de la sala de recepción, donde se cayó una gran parte del cielo raso, la oficina del alcalde, la sala de juntas, la oficina del síndico y la del secretario municipal. La sala Juárez también quedó cerrada, ahí tienen colocadas muebles de oficina.
A partir de hoy miércoles comenzarán a desmantelar todo el falso plafón que se instaló durante la gestión de la alcaldesa Reina Quintal Recio, para que se pueda inspeccionar todo el techo y proceder a picar las áreas agrietadas para tirarlas y así evitar que caigan sobre empleados o ciudadanos que acuden al palacio municipal.
El falso plafón impidió que durante más de cinco años se vea el mal estado de los techos, pues quedaron cubiertos con el material y poco a poco el cielo raso agrietado se convirtió en un enemigo silencioso, afirmaron empleados de Obras Públicas..
Indicaron que las constantes lluvias y al calor que genera el material del falso plafón se combinaron para reblandecer los techos y eso propició que se agrietaran que después se desprendieron.