PROGRESO.- Luego de la voz de alerta sobre el futuro del mero, que podría tener un final desastroso, como ocurre con el pepino de mar, que luego de cinco años de descontrolada captura ya se acabó, empresarios, autoridades estatales y científicos piden tomar decisiones y estrategias para detener la depredación del mero.
En la segunda reunión reunión se propuso que una medida es reducir el número de viajes de los barcos, que al mes sólo dé un uno y proponer al gobierno federal que se aplique un programa de retiro voluntario de barcos escameros, como se hizo con los camaroneros y se reiteró el plan de veda de dos meses para 2015.
A la reunión asistieron empresarios y armadores pesqueros de este puerto y de Celestún, así como directivos de cooperativas de Sisal, Dzilam, San Felipe, Río Lagartos y El Cuyo; también estuvieron los científicos Álvaro Hernández Flores y Thierry Brulé, del Inapesca y del Cinvestav, respectivamente, y Víctor Alcántar Cárdenas, delegado de la Conapesca.
El empresario Manuel Sánchez González, presidente del Sistema Producto Mero, quien presidió la segunda reunión para acordar medidas para rescatar la pesquería del mero, señaló que en el sector pesquero no hay milagros, de modo que hay que tomar decisiones que ayuden a recuperar la biomasa y los volúmenes de captura.
“El último milagro en el sector pesquero que pudo ser la tabla de salvación del mero, fue el pepino de mar, pero lo pateamos, de modo que no esperemos más milagros, pues las medidas las tenemos que tomar nosotros, porque si no esto no va a funcionar”, expuso Manuel Sánchez.
Delfín Quezada Domínguez, comisionado estatal de Pesca, señaló que tomar decisiones no es fácil, porque es muy delicado, ya que cualquier medida debe ser consensuada entre el sector pesquero e indicó que el mero es la columna vertebral de la economía costera de Yucatán, de modo que cada estrategia que se acuerde debe ser consensada.
“Si no cuidamos el mero, se va a ir como ocurre con el pepino de mar que en cuatro años ya se acabó; por eso es urgente tomar medidas para salvar al mero y buscar los mecanismos económicos para apoyar al pescador”, precisó.
El empresario Juan Selén Berrón, dueño de la congeladora Pulmero que se dedica a la captura de mero y pulpo, advirtió que el negocio de la pesca de mero se acaba poco a poco y se necesita aplicar medidas drásticas y urgentes, porque los barcos arriban con capturas de 300 a 500 kilos.
Selen Berrón señaló que en su caso, por la salida de un barco pierde $50,000, porque los volúmenes de captura son insuficientes para costear los gastos de operación, de modo que instó a que se acuerden y apliquen las medidas necesarias, porque el mero se acaba y corre el riesgo de la misma suerte del pepino de mar, que también se acaba.