MÉRIDA.- En un reflejo de su pésima administración financiera y de su encono contra los panistas, el alcalde de Motul Julián Pech Aguilar retiró el apoyo que la Comuna le daba a la delegación de la Cruz Roja en esa ciudad, de modo que le quitó el sueldo de un camillero y de un paramédico, además de los mil pesos mensuales que le daba a la benemérita institución, cuando en administraciones municipales anteriores los ayuntamientos le daban de $5 mil a $10 mil pesos.

Sin embargo, el daño a la Cruz Roja y por tanto a los ciudadanos que sufren algún accidente va más ahí, porque bloquean la radio de la institución de ayuda, de modo que no reciba ningún reporte y no se presente al lugar de los hechos.

Esta situación es grave, ya que la Comuna motuleña no tiene ambulancia de segundo nivel y sólo cuenta con ambulancias de traslado, que carecen de lo necesario para ayudar a algún herido, en una actitud que atenta contra la salud y la vida de las personas heridas.

Como parte de su linchamiento a la Cruz Roja, el alcalde Julián Pech bloqueó la realización del banderazo de inicio de la colecta a favor de la Cruz Roja, de modo que hasta ahora no se ha hecho oficialmente ese acto, para poder pedir ayuda a favor de esta noble institución.

El alcalde priista hace todo esto por el sólo hecho de que los voluntarios de la delegación de la Cruz Roja son panistas, en una actitud que demuestra ignorancia y falta de sensibilidad social, ya que el presidente municipal no sabe distinguir entre el bien común y ser funcionario al servicio de todos sin sesgos partidistas.

La delegación de la Cruz Roja se inauguró en la administración municipal de la panista Celina Montañez Avilés, con el total respaldo de la presidenta estatal de la institución Michel Byrne.

“La muerte de cualquier persona que sufra algún accidente, debido a la falta de atención adecuada y correcta caerá sobre la conciencia, si la tiene, del alcalde Julián Pech”, afirmaron los entrevistados.