PROGRESO.- El empresario pesquero Leonel Rosado Mena afirmó que la pesca del pepino de mar causa problemas en el sector, ya que detrás de esa actividad hay lavado de dinero y narcotráfico, ya que los buzos que van a pescar ese producto lo hacen drogados para poder trabajar a grandes profundidades, y se les paga con droga, porque el que lo compra el pepino también surte los enervantes.
El miércoles concluyó la pesca de pepino de mar que se autorizó sólo para Celestún y Sisal, pero Leonel Rosado dijo que llegaron lanchas de Veracruz y Campeche y que se capturó pepino en Dzilam y lo descargaron en Celestún, en franca violación a la veda del equinodermo esa parte de la costa.
“El sector pesquero hace una llamada de auxilio a las autoridades, ante el gran problema que representa el pepino de mar; hay que tener los pantalones para decir lo que está pasando, porque afecta a mucha gente, pues hay un desorden completo en la pesca a causa del pepino”, dijo Rosado Mena en la reunión que se llevó a cabo en el Centro Stella Maris, para tartar asunto relacionados con el mero ya la que asistieron más de 30 representantes del sector pesquero, autoridades y científicos.
El empresario Rosado Mena afirmó que la única explicación de que con un sólo salcocho se pague a $400 el kilo de pepino de mar, es porque hay lavado de dinero, lo que fue aprobado por los asistentes a la reunión..
El celestunense dijo que los que compran pepino de mar son los causantes de que haya muchas lanchas ribereñas en la costa, lo que ocasiona que los pescadores se dediquen a pescar caracol y langosta, especies que están en veda, así como el mero.
Hay que hacer algo y pronto, para frenar la pesca ilegal de pepino, y para que no se tomen acciones como en puertos del Oriente, donde los pescadores forman grupos de autodefensa. En Celestún la situación está contaminada, pero en otros puertos no, precisó.
Adiel Bobadilla Aguiñaga, presidente de la cooperativa pesquera de El Cuyo, también abordó el caso del pepino de mar y dijo que muchas lanchas invaden la costa, porque los empresarios dedicados a esa actividad compran lanchas y motores nuevos.