PROGRESO.- El enfermero Miguel Ángel Encalada Molina, quien es inspector de Espectáculos de la Comuna, fue desalojado ayer del predio número 153-B, de la calle 92 entre 33 y 35 que ocupaba y se negaba a desocupar, ya que decía que era influyente.
El juicio fue promovido por Víctor Javier Solís Correa, quien adquirió el predio y tiene título de propiedad.
El juicio duró cinco años y ayer se ejecutó la sentencia dictada por el Juzgado mero Mixto de lo Civil y Familiar del Primer Departamento Judicial del Poder judicial del Estado con sede en este puerto.
El desalojo se realizó a las 11 de la mañana, con el apoyo de la fuerza pública, y el abogado Manuel Muñoz Silva informó que el juicio comenzó en agosto de 2009, un año después que falleció la antigua propietaria, quien en 2002 al vender la casa puso como condición que hasta que falleciera lo podrían ocupar: murió en el 2008.
Manuel Muñoz explicó que el enfermero vivía en la casa con la antigua dueña del predio, quien era su abuela, pero cuando ésta murió el dueño fue a tomar posesión el empleado municipal se negó a desocuparlo.