PROGRESO.- A pesar del domingo caluroso, el número de visitantes que llegó a este puerto y a Chicxulub, Chelem y Chuburná fue menor al de la semana pasada, ya que esta vez arribaron unas 20 mil personas, contra las 40 mil de la semana pasada.

La mayor parte de la gente llegó poco antes del mediodía y muchos de los visitantes compraron pescado frito en pescaderías, para consumirlos en el malecón, y cervezas en las agencias que hay en esa avenida.

El tercer domingo de la Cuaresma muchas casas de temporada en la franja costera de Chelem y Chuburná fueron ocupadas el fin de semana, de modo que muchas familias de temporadistas amanecieron en sus casas de playa de Chelem y Chuburná y durante el día llegaron más paseantes.

El mesero Reynaldo Argáez dijo que ayer domingo estuvo concurrido el día, aunque no estuvo como el anterior, cuando desde el sábado llegaron muchos paseantes, debido al puente escolar. Sin embargo, el entrevistado  dijo que muchos de los visitantes compraron pescado frito para comer en las palapas o en la barda del malecón y no fueron a los restaurantes.

Como ya es costumbre, muchos paseantes ocuparon los alijos de los ribereños para usarlos como mesas o asientos. El tiempo estuvo agradable, la brisa marina sopló a la 1 de la tarde con lo que refrescó el ambiente.

La Capitanía de Puerto de Yucalpetén indicó que hasta las 4 de la tarde no se había reportado ningún incidente en altamar, ni llamadas de auxilio de embarcaciones de recreo por falta de combustible o fallas en las máquinas. Los puertos están abiertos a la navegación

En el malecón las amigas Elisa Mena Carrillo y Johana Cimé Dzul formaron parte de los más de 20,000 paseantes que se dieron cita en las playas para pasar el día. Con ellas vino también el niño Nohan Matías Cime Dzul, hijo de Johana.

Las dos amigas trabajan en una zapatería de Mérida, viven por el rumbo de la colonia Los Reyes en Pacabtún, gastaron en pasajes $90 y planearon gastar en el puerto $400 en comida y bebidas. A las dos de la tarde ya habían decidido a qué restaurante del malecón irían a comer cocteles de camarón y pescado frito. Las dos amigas tenían un año que no visitaban el puerto.

Por su parte, Ana Patricia Quintal Castillo, empleada doméstica vecina de Kanasín y quien durante la semana ganó $1,200 limpiando casas en Mérida, decidió venir a la playa con sus dos hijos Alán Jesús y Fernando; gastó $100  en pasajes, después de darse un bañó acudió a comer pescado frito en una pescadería donde vio que el kilo cuesta $90.

“Decidí gastar  con mis hijos un poco de lo que gané en la semana y disfrutar de la playa,  antes que comiencen las vacaciones de Semana Santa y no se pueda viajar con facilidad por tanta gente que vendrá al puerto”, indicó.