PROGRESO.- En un hecho sin precedentes, debido al cambio de sede del Carnaval de Mérida, este puerto recibió a miles de meridanos los días domingo y martes, quienes materialmente se volcaron a las playas del municipio, en especial al malecón, en donde el martes pasado se congregaron unas 150 mil personas.

El Domingo de Bachata, el malecón recibió la visita de unas 50 mil personas, algo que nunca había ocurrido en un Carnaval y que dejó contentos a los prestadores de servicios, quienes se vieron rebasados por la demanda de bebidas, botanas y comidas.

Este año, el alcalde Renán Barrera decidió cambiar la sede del Carnaval, de modo que lo trasladó al recinto ferial de Xmatkuil, lo que enojó a mucha gente y lo que aprovechó el PRI para lanzar feroces críticas.

Sin embargo, la gente decidió no asistir a Xmatkuil al Carnaval y de manera masiva se volcó a las playas del municipio, en especial las de este puerto. El buen clima ayudó mucho, ya que por primera vez en muchos años no hubo frío, de modo que el calor motivó a la gente a ir a las playas.

El domingo se registró una asistencia récord al malecón, ya que nunca antes, ni en la temporada de verano o en las vacaciones de Semana Santa habían asistido 150 mil personas, lo que convirtió a esa avenida y sus playas en una auténtica romería.

El director de la policía municipal Carlos Eduardo Flores Moo, quien estuvo al frente de la vigilancia durante todo el recorrido del paseo de la batalla de flores, dijo que en el malecón 150 mil personas  presenciaron el paseo de martes de Carnaval, lo que sería un nuevo récord de asistencia. El año pasado asistieron 20 mil personas al martes de carnaval.

A las 3 de la tarde, cuando el paseo de los 19 carros alegóricos estaba en su apogeo, no había un lugar para sentarse en la barda del malecón e incluso la gente ocupó las banquetas y estructuras de concreto que protegen las luminarias de la avenida.

La playa también estaba a reventar y para protegerse del fuerte Sol, los paseantes colocaron sus sombrillas, sábanas, casas de campaña, ocuparon todas las palapas y las mesas principales de todos los restaurantes, que registraron buenas ventas, sobre todo en pescado frito y mariscos.

Los restauranteros calcularon que en esos establecimientos y pescaderías se vendieron más de 3,000 kilos de pescado frito. Los expendios de cerveza instalados en el malecón fueron los que más demanda tuvieron y los visitantes formaron largas colas para comprar la bebida.