Un bebé de un mes de nacido murió el domingo en Flamboyanes, cuando dormía con su mamá Candy Villalobos, de 15 años de edad. (grillo porteño)
Un bebé de un mes de nacido murió el domingo en Flamboyanes, cuando dormía con su mamá Candy Villalobos, de 15 años de edad. (grillo porteño)

PROGRESO.- El deceso de un bebé de un mes de nacido, segundo que muere en una semana, causó consternación en Flamboyanes y en este puerto, pues la mamá del niño Candy Villalobos Peregrina, de 15 años de edad, era muy conocida.

No se sabe la causa exacta de la muerte, aunque la mamá dijo que el bebé estaba enfermo y tosía mucho. A las 4 de la mañana del domingo le dio leche y luego lo acostó a su lado en la hamaca y a las siete de la mañana se dio cuenta que el bebé no se movía ni respiraba.

Flamboyanes amaneció el domingo con la trágica noticia del fallecimiento del bebé, quien apenas el viernes 28 cumplió un mes de nacido. El hecho causó consternación entre los vecinos de esa comisaría, pues varias vecinas que conocen a Candy Villalobos y derramaron lágrimas al enterarse del fallecimiento.

La presencia de agentes de la Policía municipal, al mando del subdirector de la corporación Luis Sánchez Chan y de elementos ministeriales encabezados por su comandante Jesús Caamal Estrella, así como de la Fiscalía estatal, peritos, criminalística y el forense Manuel Ojeda, llamaron la atención de los vecinos, que salieron de sus casas al ver las patrullas estacionadas.

El domingo a las 7 de la mañana, en un predio de la calle 53 entre 60-A y 60-B de Flamboyanes, Candy Villalobos despertó y se percató que su bebé, quien dormía a un lado en la misma hamaca, no se movía ni respiraba.

Asustada salió corriendo de su casa y se dirigió al predio donde vive su mamá, para pedir ayuda;  luego llamaron a la policía, pero el bebé ya había fallecido. La joven madre soltera dormía en la misma hamaca que su bebé y el recién nacido estaba a un lado, de modo que se especula que lo habría asfixiado.

Según los vecinos, Candy Villalobos es madre soltera y el papá del bebé es un pescador de 35 años de edad, quien se encuentra de viaje: Candy trabajaba en lo que podía para ganar dinero y alimentar a su hijo.

Cuando comenzó la pesca de pepino de mar se fue a Chicxulub Puerto a trabajar en un salcochadero, donde laboró tres días, pero sólo le dieron $200 de anticipó. En los días que laboró en el procesamiento de pepino dejó a su bebé con una señora, pero el niño se enfermó, le dio gripa y tocía mucho.

Se informó que no sería detenida y mientras se realizaban las diligencias, la joven madre no paraba de llorar y de fumar.