Jóvenes de Flamboyanes fueron detenidos cuando viajaban en una camioneta, rumbo a Progreso, y cateados minuciosamente (grillo porteño)
Jóvenes de Flamboyanes fueron detenidos cuando viajaban en una camioneta, rumbo a Progreso, y cateados minuciosamente (grillo porteño)

PROGRESO.- Sin motivo aparente, las policías estatal y municipal detuvieron y catearon minuciosamente a un grupo de jóvenes de Flamboyanes, a quienes identifican como integrantes de la banda delictiva Los Sureños, aunque en esta ocasión no hacían desmanes y sólo viajaban en una camioneta.

Los jóvenes detenidos para revisión y que después fueron liberados son: Mauricio  Mijangos Centurión, “chicharra”,  Iván Magariño Bandera, Martín Ek Canul, José de Jesús Chan Totosau, Edwin Casanova, Guillermo López Rodríguez, Kevin Alvizar Canto

La detención se llevó al cabo a la entrada de este puerto, cuando los jóvenes viajaban a bordo de una camioneta Pick Up, a cuyo chofer le pidieron un “aventón”.

“Vamos a trabajar a Chicxulub Puerto con “La Chepina”, ya que él nos contrató y hacia allá nos dirigimos”, aseguró Mauricio Mijangos Centurión (a9 “Chicharra”, de 29 años de edad y quien llevaba una boina y anteojos negros.

No me tomes fotos, yo no tengo nada que ver en este relajo, yo sólo les hice el favor de darles un “aventón” desde Flamboyanes y ni los conozco, indicó Telmo Cruz Rodríguez chofer de una camioneta Dodge Ram, con placas YP-88877 en la que viajaron Los Sureños.

La detención de la camioneta ocurrió ayer miércoles a las 4 de la tarde, cuando cuatro carropatrullas de la Secretaría de Seguridad Pública y de la municipal interceptaron al vehículo, en cuya parte posterior viajaban los vecinos de Flamboyanes.

Los jóvenes fueron bajados del vehículo por los agentes y colocados contra la malla ciclónica del terreno de la Administración Portuaria Integral (API); todos fueron cateados y les revisaron las mochilas que llevaban. Hubo colaboración de parte de ellos, ya que no protestaron cuando les pidieron sus nombres. A todos les tomaron fotografías.

“Ustedes son los lapidadores de predios, pero ya vimos que ahora no llevan nada, ni armas ni drogas; sigan su camino y que vayan a trabajar como dicen, ya les tomamos sus nombres”, les dijo un oficial y ninguno protestó.

Vamos a trabajar en el pepino de mar, ya que en un día podemos ganar hasta mil pesos, dijo uno de los jóvenes cuando era revisado.