PROGRESO.- Con una misa y un almuerzo de empanadas, este martes don Alfredo Ravell Yam  celebró su cumpleaños 105, edad que lo convierte en el habitante más longevo de la comisaría de Chicxulub Puerto y de toda la costa yucateca.

Acompañado de sus hijos, nueras y nietos, don Ravell, como lo conocen en Chicxulub acudió a misa de 8 de la mañana a la parroquia de la Asunción Poderosa, eucaristía que celebró el párroco Lorenzo Mex Jiménez.

Nacido el 28 de enero de 1909, el centenario personaje fue recibido y despedido de la iglesia con aplausos; llegó y se retiró caminando, acompañado de su hijo Alfredo Ravell Medina y de nieta Marlene Ravell Plancarte.

Apoyado en su bastón y sostenido por sus hijos Jorge Humberto, Alfredo, Rolando y Edgardo, don Alfredo Ravell subió los escalones del altar principal de la parroquia de Chicxulub para tomarse la foto del recuerdo.

Sus nueras Mirza Judith Mena Cámara y Emilia Marín Oliva, así como su nieta Marlene, acompañaron en la misa al longevo habitante, quien pasará esta semana en casa de su hijo Alfredo y después lo llevarán a Mérida, donde permanecerá 15 días en casas de sus otros dos hijos.

“No tiene ninguna enfermedad, sólo los achaques de su edad; está consciente, come muy bien  y platica”, indicó su hijo Alfredo.

Acostumbrado a levantarse muy temprano desde su época en que laboró como alarife, el martes el centenario despertó a las 6 de la mañana y una hora después lo prepararon para asistir a misa.

Para festejar su cumpleaños 105, don Ravell vistió una guayabera blanca de manga larga y minutos antes de las 8 de la mañana entró a la iglesia de la Asunción, donde lo esperaban sus demás  hijos y nueras.

En el templo parroquial también se ofició misa de cuerpo presente de María del Socorro Esquivel Maldonado, de 66 años de edad, quien falleció anteayer.

El padre Lorenzo Mex destacó que en la eucaristía había sentimientos encontrados, pues por un lado había tristeza por la muerte de la señora Esquivel Maldonado, y por el otro había alegría por el cumpleaños de don Alfredo Ravell.

“Vemos que está al 105 por ciento de su capacidad y le pedimos a Dios que lo mantenga siempre sano y todo el tiempo que disponga. Es el habitante más longevo del puerto, siempre rodeado de sus hijos, cosecha lo que supo sembrar muy bien, que es amor y respeto”, afirmó el cura.

“Vemos a don Alfredo apoyado por sus hijos; no festeja su cumpleaños tirado en una hamaca o arrinconado en una casa, sino que está firme y fuerte, de muy buena madera”, finalizó el padre Lorenzo.