PAN meridano (grillo porteño)

MERIDA, Yucatán, a 30 de enero de 2014.- Por medio de un comunicado, el PAN meridano condena la agresión realizada anoche a un grupo de manifestantes y afirma que es el modo de operar de los gobiernos priistas. Insinuando que el gobernador Rolando Zapata Bello tiene algo que ver y sin presentar pruebas, el presidente del PAN municipal Gerardo Bolio de Ocampo le pide que cesen este tipo de acciones.

 A continuación el texto íntegro del comunicado panista:

 La nueva cobarde agresión perpetrada contra ciudadanos que protestaban anoche contra la senadora Angélica Araujo Lara, ex alcaldesa de Mérida, es la confirmación de que en Yucatán seguimos viviendo una extensión del “Ivonnato” y que nada ha cambiado respecto a las prácticas, manifestó Gerardo Bolio de Ocampo, presidente del Comité Directivo Municipal del PAN.

 Agregó que el esquema de reprimenda que aplicaron los vándalos anoche fue exactamente el mismo que pusieron en marcha las autoridades estatal y municipal, precisamente bajo el mando de Ivonne Ortega y Araujo Lara, el 4 de julio de 2011: el objetivo fue desalojar violentamente a los manifestantes sin que la policía estatal haga intento alguno de defender a los agredidos y para detener a los agresores.

 Igual que sucedió el 4 de julio, una vez consumada la agresión, para tratar de guardar las apariencias, los agentes policiacos se pusieron “a las órdenes” de los manifestantes.

 El dirigente meridano señaló que el anterior y el actual gobierno presumen que vivimos en un estado seguro, pero se olvidan que esto es precisamente gracias a la participación social y resulta que en vez de alentarla, la reprimen.

 “Ojalá más ciudadanos tengan el valor de manifestarse porque eso nos ayuda a tener una mejor sociedad”, recalcó.

 Condenamos enérgicamente que los yucatecos sigamos siendo víctimas de la violencia institucionalizada. Yucatán, efectivamente, es el estado más seguro del país, pero de modo lamentable el único terror que padece es el que generan sus propias autoridades.

 La represión, a todos nos consta, ha sido y seguirá siendo práctica común y característica que distingue a los gobiernos priistas contra todo aquél que incomode a una autoridad y para disfrazar las agresiones oficiales cuenta con grupos de choque que seguramente son pagados con recursos del pueblo.

 “Exigimos enérgicamente al gobernador en cese inmediato a estas mañas que ya deberían haber quedado en el pasado, pero que en los hechos sigan tan vigentes en pleno siglo XXI y en la era del dizque “nuevo PRI”.