esposa revoltosa (grillo porteño)PROGRESO.- La prepotencia de la esposa de un cobratario ocasionó tremendo lío en Chelem, pues la mujer agredió a Gabriela Magaña Chim, sólo porque está le dijo que no tenía dinero para abonar a la deuda de una lavadora.

La agresión a Gabriela magaña enojó a los familiares de la joven ama de casa, quienes estuvieron a punto de linchar al cobrador foráneo. Sin embargo, un agente de la policía municipal que estaba de guardia en el comisariado municipal intervino para calmar los ánimos de los familiares de Gabriela, quien llorando llegó hasta el local del comisariado para pedir ayuda y denunciar la agresión.

El cobratario de abonos Humberto Totosau López llegó a Chelem el lunes a las 10:30 de la mañana, a bordo de una camioneta con placas TB-54831, y lo acompañaba su esposa María Concepción Cahún Noh y otros familiares.

Dejaron la camioneta  a un costado del parque y Humberto Totosau y su esposa María Concepción se encaminaron a la casa  de Gabriela Magaña, ubicada en la calle 23 con 20, para cobrar el abono de una lavadora, aunque, según testigos de la agresión, la pareja entró a la vivienda de la cliente.

Gabriela Magaña aseguró al policía municipal que fue  agredida por la esposa del cobratario,  “me pegó varias veces, sólo porque le dije que no tengo dinero para pagar el abono y molesta me abofeteó”, dijo llorando el ama de casa.

María Concepción encaró a la quejosa y a sus familiares y molesta y prepotente les dijo que era un pleito entre mujeres y entre ellas se debía de arreglar las cosas; intentó negar la agresión, pero Gabriela Magaña la desmintió.

Totosau López trataba de calmar  a su alterada conyugue, mientras que los familiares y conocidos de la quejosa se concentraban en el comisariado. En el parque los familiares del cobratario molestos por la reacción de los vecinos, se mostraron agresivos, lo que enojó más a los familiares de Gabriela y los retaron a liarse a golpes, pero el uniformado intervino y logró calmar los ánimos.

“Que se larguen de Chelem, no queremos que regresen, que se vayan a otros lugares a vender sus abonos, acá no los soportamos”, dijeron varios vecinos.