MÉRIDA.- Nos comentan que el viernes pasado, durante la glosa del informe del gobernador, el diputado perredista Bayardo Ojeda Marrufo sacó del salón de  plenos del Congreso del Estado, de manera prepotente y grosera, a su asistente de comunicación social Ileana. Los que fueron testigos de esta  acción nos dicen que desde que Bayardo asumió como diputado “se le subió el huno a la cabeza”, de modo que se volvió prepotente. Con esa actitud nunca llegará a ser el presidente del CDE del PRD, cargo al que suspira, y si llega que “Dios agarre confesados a los perredistas”, porque les esperan malos ratos, dijeron algunos perredistas.