MÉRIDA.- Luego del escándalo que desató con su denuncia de acoso y hostigamiento, por medio de la cual quiso pasar como mártir, ahora resulta que todo el alboroto se debió a que Alejandra Bobadilla Crespo está en serios aprietos en la delegación de la Sedesol, pues en una evaluación que le hicieron salió muy mal de modo que al sentir que peligraba en su puesto decidió armar tremendo “pancho”.

Además, se le investiga por tráfico de influencias, ya que la primera en Yucatán en recibir una estancia infantil fue su mamá, en 2007, de modo que todo parece indicar que sus días en la delegación están contados.

Alejandra Bobadilla denunció acoso y hostigamiento ante la CIDHEY y luego interpuso una denuncia penal por lo mismo.

En esta columna dimos a conocer que Alejandra Bobadilla obtuvo el cargo por medio del servicio profesional de carrera gracias a que otra persona presentó por ella el examen, que fue en línea, según ordeno el entonces delegado Fernando Medina Gamboa.

También permitió que Alfonzo Aguiar Irigoyen retirara del banco, de manera indebida, tres millones de pesos que el concuño de Patricio Patrón Laviada andaba en la cajuela de su carro, dinero del que se quedó con dos millones, sin pagarles a beneficiarios del PET.

De acuerdo con datos recabados, los días de Alejandra Bobadilla en la delegación de la Sedesol están contados, pues aparte de haber reprobado unos exámenes habría cometido el delito de tráfico de influencias, para favorecer a su mamá.