MÉRIDA.- Parques, monumentos, calles, iglesias, escuelas, restaurantes y, por supuesto, museos y galerías, en fin  todo rincón del primer cuadro de la ciudad, e incluso algunos puntos más allá, se llenaron de música, pintura, escultura, baile, cine, teatro, tradiciones…, a las que se unió en esta ocasión el circo, sin faltar el recorrido nocturno por el cementerio general. Las mil y una caras de la cultura asomaron por las calles de Mérida, en una noche cálida y con una luna creciente.

Fueron 133 los espectáculos gratuitos que el Ayuntamiento, por medio de la Dirección de Cultura, ofreció a los meridanos y visitantes como regalo anticipado de Navidad. Cabe destacar la presencia de numerosos visitantes, lo que es prueba que este evento sienta precedente como atractivo turístico y también como motivo de convivencia familiar debido a la variedad de espectáculos para todas las edades.

El alcalde Renán Barrera Concha marcó el inicio de la jornada que se prolongó hasta las dos de la mañana de este domingo, con el encendido del monumental árbol de Navidad instalado en el inicio del Paseo de Montejo.

Con la presencia de la mayor parte del gabinete municipal, de su esposa Diana Castillo Laviada, y de José Enrique Avilés Marín, director estatal de Promoción Cultural, el Concejal se dirigió a decenas de personas que acudieron a la Noche Mexicana que se realiza en ese punto de la ciudad.

Manifestó que el encendido del árbol es algo ya esperado por muchos, marca el inicio de una época y arranca con una noche de mucha intensidad cultural y de mucha oferta artística para que todos la disfruten.

Posteriormente, Renán Barrera se unió a las miles de personas que tomaron las calles de la ciudad para disfrutar del banquete cultural que ofrece el Ayuntamiento, y recorrió varios de los puntos en los que se ofrecen espectáculos, empezando por la Noche Mexicana. Sin gozar de privilegios, se sentó en los lugares que pudo encontrar.

Visitó el parque de Santa Ana, donde escuchó a Nahoko Kobayashi con sus tambores, siguió por la galería Nahualli, fue al Palacio Cantón para disfrutar de la danza, caminó por el Paseo de Montejo, y así continuó por varios puntos