PROGRESO.- Poco más de cinco mil personas participaron ayer domingo en la tradicional peregrinación infantil, actividad con la que se iniciaron las festividades guadalupanas, las cuales concluirán el jueves 12.
La multitud ocupó cinco cuadras de la avenida de la calle 31, por donde desfilaron rumbo a la capilla de Guadalupe. La peregrinación partió a las tres de la tarde de las puertas de la parroquia de la Purísima Concepción y enfiló al Poniente de la ciudad, sobre la avenida de la calle 31 hasta la calle 100, donde está la capilla guadalupana.
Participaron niños de todas las edades -desde recién nacidos debidamente abrigados-, ataviados con los trajes de San Juan Diego y de la Virgen de Guadalupe; iban a pie, en carriolas o en brazos de sus papás y mamás y con su presencia manifestaron su fe y amor a la Virgen Morena.
Como ya es tradición, la banda de tamboras y cornetas de la secundaria Carlos Marx encabezó la marcha, custodiada por elementos de Protección Civil, patrullas y agentes de la policía municipal que estuvieron a cargo de la vialidad y seguridad de los peregrinos.
Escultistas colaboraron para resguardar el orden a lo largo de la peregrinación, a la cual se le sumaban más familias, conforme avanzaba por las calles.
Agentes policíacos calcularon que participaron poco más de cinco mil peregrinos, de los cuales tres mil fueron niños. En la peregrinación también participó un grupo de acólitos. Sobre la cama del camión que trasladó a las imágenes de la Virgen de Guadalupe y San Juan Diego, el párroco Francisco Domínguez Mukul dirigió un mensaje a los peregrinos, a quienes invitó a vivir y a convivir con devoción en la fiesta guadalupana.