MÉRIDA.- En lo que se considera una muestra de intransigencia y de provocación, hoy en la madrugada, maestros que tienen un plantón en la calle 61, frente al palacio de gobierno, impidieron a limpiadores de pozos y a empleados de una gasera realizar su trabajo y estuvieron a punto de agredirlos.

Había corrido la versión que agentes de la Secretaría de Seguridad Pública intervendrían en el lugar, pero hasta las seis y media de la mañana los inconformes aún bloqueaban la calle y al plantón se sumaban más personas que llegaron a bordo de vehículos con placas de Quintana Roo.

Los hechos ocurrieron a las tres de la madrugada, cuando empleados de la una empresa dedicada al desazolve de pozos y de fosas sépticas acudieron a prestar servicio al restaurante “Nicté Ha”, ubicado a unos metros de Palacio de Gobierno.

Los supuestos maestros impidieron que un empleado de la empresa gasera Premier entregara el producto a dos locales comerciales, cuyos propietarios solicitaron el servicio.

Alrededor de las tres de la mañana, los empleados de una empresa dedicada a la limpieza de pozos y sumideros arribaron al lugar, sobre la calle 60 y el operador del camión al percatarse de que la calle 61 estaba cerrada, pero ocupada parcialmente hasta los pórticos de acceso a Pasaje Picheta, decidieron entrar de reversa, pero por la calle 62.

El operador estacionó el camión a las puertas del restaurante “Nicté Ha”, lo que ocasionó que los mentores se levantaran de los catres que extendieron a media calle y otros salieron de sus casas de campaña y comenzaron a golpear el camión con las manos y amenazar con golpear a los empleados del servicio de limpieza. El intento de agresión fue encabezado por profesores foráneos, que arribaron de Quintana Roo.

El hecho no llegó a más gracias a la presencia de los agentes de la Policía Municipal de Mérida, aunque los maestros impidieron que los recolectores realizaran su trabajo y quienes informaron que al no hacer el trabajo perdieron unos cinco mil pesos.

Posteriormente llegó el operador de Gas Premier y los maestros le impidieron que reabasteciera a una cafetería y a una heladería, lo que causó perjuicios y pérdidas a los prestadores de servicios.

Los maestros extendieron su perímetro 50 metros más sobre la calle 61, hasta los semáforos.