MÉRIDA.- Mientras los panistas se pasan de tontos, los priistas abusan del cinismo y no tienen memoria, como demuestra el presidente municipal del PRI Jorge Sobrino Argáez, quien puso en marcha una campaña para bachear, para dejar mal al alcalde panista, pero no lo hizo cuando fue regidor de la administración anterior y había tantos baches como arena en las playas. Su acción queda por los suelos porque demuestra que es ficticia y no busca el bien de los ciudadanos, porque de ser así, hace dos años hubiera hecho lo mismo, pero no lo realizó para no dejar más mal a la administración priista.

Aunque en política no existe la lógica, ni las matemáticas son exactas, sino que deciden los compadres y se hacen cosas sólo para que el político gane adeptos, aunque mienta descaradamente, los ciudadanos son inteligentes y se dan cuenta de quién hace las cosas sólo por protagonismo.

La acción de Jorge Sobrino, en vez de ganarle simpatías lo exhibe como cínico, aprovechado e incongruente.