MÉRIDA.- Ya con el tiempo encima y la presión de empresarios, la Comuna sigue sin resolver si cambia o deja en el mismo derrotero el Carnaval de 2014, y utiliza diversos argumentos y estudios para tratar de justificar el cambio de sede.
Ayer presentó un “estudio” sobre los motivos que ellos ven para el cambio de sede y funcionarios anticiparon que hoy presentarán los lugares sugeridos para trasladar los festejos al dios momo.
El texto íntegro del boletín oficial de la comuna es el siguiente:
El Comité Técnico por un Carnaval Mejor presentó ayer el análisis que realizó, a solicitud del alcalde Renán Barrera Concha, en relación con un eventual cambio de derrotero de las carnestolendas.
Peligro de introducción de sustancias y artículos peligrosos, riesgo de explosiones, saturación que dificulta posibles evacuaciones, daños a edificios, daños a inmuebles, bienes y perjuicios a los vecinos del derrotero, son algunos de los 18 puntos contenidos en las conclusiones.
El análisis fue elaborado con la participación del personal técnico de las siguientes instancias y oficinas municipales: Desarrollo Urbano, Policía Municipal, Gobernación, Servicios Públicos Municipales, Oficialía Mayor, Tesorería Municipal, Comité Permanente del Carnaval de Mérida y la Unidad de Planeación y Gestión Estratégica (UPGE).
La presentación estuvo a cargo del director de la UPGE, Jorge Muñoz González, quien estuvo acompañado de los directores de la Policía Municipal, Arturo Romero Escalante; de Gobernación, Lizette Mimenza Herrera; Desarrollo Urbano, Federico Sauri Molina; Roger Echeverría Calero, Servicios Públicos Municipales; Fernando Estrada Novelo y René Flores Ayora, jefes de los departamentos de Protección Civil y de Transporte.
Muñoz González definió la estrategia que siguió el Comité para realizar el análisis técnico. En primer lugar, se adentró en la propuesta que presentaron al Alcalde 17 instituciones, organismos empresariales y patronatos.
—La instrucción del Alcalde fue trabajar con miras a tener elementos de cómo se puede hacer un carnaval mejor, redimensionarlo, hacerlo más importante y participativo –manifestó el director de la UPGE—. Lo primero que realizamos fue lo básico: analizar los temas de seguridad, protección civil, desarrollo urbano, espacios de entretenimiento, oportunidades de convivencia familiar, tradiciones y menor afectación a los habitantes de la zona.
El informante detalló los 18 puntos a los que se llegó: saturación del espacio… lo que afectaría en una eventual emergencia la evacuación ágil y rápida; acceso no controlado con el riesgo de la introducción de sustancias u objetos peligrosos; tomas irregulares de energía eléctrica; instalaciones temporales de gas butano de los puestos semifijos de alimentos los cuales, a pesar de las inspecciones que se realizan, no se está exento de accidentes por fuga, con el consiguiente riesgo para los miles de asistentes; la ciudad queda seccionada durante seis días, lo que afecta la conectividad vial y la vida cotidiana de las personas; colapso del sistema de transporte y cambios de paraderos; falta de estacionamientos suficientes; aumenta el reporte de daños a vehículos de residentes de la zona, vandalismo y daño a fachadas de predios y mobiliario urbano.
—Las calles no son adecuadas para el tamaño de los carros alegóricos, con el riesgo de accidentes a los asistentes; numerosas personas suben a techos de edificios, con el peligro de accidentes; el actual derrotero no ofrece ventajas para ser considerado un espacio adecuado para los festejos; la concentración de personas e infraestructura temporal rebasa la escala urbana del contexto del Centro Histórico y el Paseo de Montejo.
—Edificios y esculturas se ven sometidos a deterioro físico. Hay desgaste en los sistemas estructurales, muros de mampostería, acabados y modificaciones a los edificios, además de que el intenso y persistente ruido provoca el debilitamiento de los edificios de mampostería; se alienta el abandono de personas que habitan en el Centro Histórico y, en particular, de quienes viven cerca del derrotero; es difícil cumplir con la prestación de los servicios públicos en esa zona; la infraestructura de la avenida y las calles del derrotero se dañan, en tanto que la instalación de gradas, sillas, palcos, cerca de alambre, postes, toldos y vallas, afectan el funcionamiento de la urbe en un lapso de entre 10 y 20 días; antes del carnaval hay que retirar la jardinería del Paseo de Montejo y después hay que reforestar ocasionando problemas viales, y la limpieza de calles y espacios públicos no puede ser de la misma calidad, con las protestas de vecinos y extrañeza de visitantes.
—Con este análisis, contribuidos con el Comité Permanente del Carnaval de Mérida. Es claro que se tendrá que tomar medidas para hacer un festejo todo seguro y ordenado. En la medida que se logre esto, se realizará un carnaval más divertido, con espacios de esparcimiento para todos –concluye el análisis a la que dio lectura Muñoz González.
Se anticipó que mañana se dará información sobre los sitios que han sido propuestos para el traslado, en caso dado, del derrotero de las carnestolendas.