MÉRIDA.- Tremenda rechifla se llevó el alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, en el Paseo de las Ánimas, el pasado 31 de octubre, porque primero hizo esperar media hora a la gente que acudió al cementerio para que empiece la ceremonia, y cuando por fin llegó sus funcionarios quisieron aplaudir “al estilo Ivonne”, pero fueron callados por la gente.
Como si se tratara de una diva, el presidente municipal hizo esperar un buen rato a los asistentes al Paseo de las Ánimas, quienes ya desesperados empezaron a gritar que inicie, pero el maestro de ceremonias del Ayuntamiento decía que no podían comenzar hasta que llegue Barrera Concha, lo que indignaba más a la gente.
Presionados por el público, dio inicio el recorrido, mientras el alcalde llegaba tarde y pensó que podía hacer su entrada triunfal; sin embargo, cuando sus funcionarios empezaron a aplaudir y a gritar “Bravo”, al más puro estilo del PRI, la gente les pidió que se callen y le chiflaron al primer regidor.
“Respeto”, “aunque seas el alcalde, silencio wey”, fueron algunas de las expresiones espontáneas de la gente, que comenzó a gritar por la falta de sensiblidad y criterio de Barrera Concha y de sus funcionarios aplaudidores.
Ante el evidente enojo de los meridanos y turistas que acudieron al Paseo de las Ánimas, al primer edil no le quedó de otra más que abandonar el muy anunciado evento y subirse a su lujosa camioneta para ya no volver.
Algunos de sus regidores ninis hicieron el paseo tratando de hacer como que no pasó nada, aunque algunos ediles como Yahayra Centeno se rindieron y decidieron dejar el recorrido a medias y sentarse en su muy sencillo y austero altar.
El gran ganador fue el director de Desarrollo Social, Salvador Vitelli Macías, organizador del muy cacareado evento, que ante la ausencia de Barrera Concha pudo lucirse a sus anchas con los integrantes de los subcomités panistas, que de manera desinteresada participaron en el Paseo de las Ánimas