TIZIMÍN, Yucatán, martes 09/12/25.- Mientras Lina Fernández, presidenta del DIF Municipal, estrena vestidos cada semana y come como Cardenal católico, un niñito de CUATRO años pide comida a los vecinos porque su drogadicto papá no le da de comer.

Aunque se le ha dicho a la “Dzulita” y se le comparó con las acciones que llevó al cabo Gabriela Mézquita cuando ocupó el cargo, a Lina le ha valido y se preocupa más en sus vanidades que en ayudar a la gente.
Ni el DIF Municipal ni la PRODENAY han ayudado a estos dos menores, uno de 12 años de edad, y otro de cuatro, hermanos que viven un infierno cada día, pues muchas veces tienen que salir a pedir comida y en la noche su drogadicto padre los maltrata.
INEFICAZ PRODENAY: Desde marzo tuvo conocimiento del caso, pero luego casi nueve meses no ha hecho nada y esos menores están en constante peligro.
ANTECEDENTE: En octubre de este año, luego del informe de Lina, la expresidenta del DIF Municipal, Gabriela Mézquita exhibió la incapacidad de la vallisoletana y le dijo que debe hacer, entre ellos mejorar la protección a las infancias, porque hay aumento visible de trabajo infantil en calles y parques lo que expone una creciente precarización social, lo que hacen estos menores para poder comer.
Hace poco, a principios de noviembre, ante la desaparición de una niñita de SIETE años, que apreció en la casa de un drogadicto, el DIF Municipal y su presidenta Lina Fernández, exhibieron y demostraron incompetencia, desorganización y negligencia, afirmó la ex presidenta de la institución Gabriela Mézquita Alonzo.

Aunque la niña apareció pronto, luego de unas dos horas, Lina Fernández fue incapaz de activar el protocolo que involucre a varias instancias, como el área jurídica, trabajo social y psicología del DIF, así como la Fiscalía General del Estado, la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia, y la Secretaría de Seguridad Pública.
EL CASO DE LOS DOS MENORES: De acuerdo con datos recabados, los hermanos no van a la escuela, siempre están sucios y con hambre, de modo que salen a la calle a conseguir algo para comer.
Los niños viven en un ambiente de vicios, pues a la casa van varias personas a drogarse con el papá de los hermanos y la “Xun” (querida, amante, concubina) de él, según afirman vecinos.
Mientras Lina compra sus vestidos caros y su marido Adrián “CaraBobo” Quiroz vi se la pasa con sus “xunes”, muchos niños de Tizimín padecen por falta de apoyo del DIF Municipal y del mismo Ayuntamiento, aseguraron empleados de la Comuna, desilusionados del actuar de la pareja.
