MÉRIDA, Yucatán, lunes 13/05/19.- Cansada de la vida que llevaba a lado de su marido, una vecina de la colonia Francisco I. Madero le pidió el divorcio a su marido, pero nunca pensó que después de golpearla, el señor se quitaría de la vida colgándose de un tinglado.

Los ladridos de un perro llevaron a la señora a la dantesca escena, al descubrir que su esposo se había ahorcado en un tinglado del patio donde tienen su hogar.

De acuerdo con la declaración de M. G. R. C., de 26 años, la pareja había discutido porque ella le dijo a su marido E. A. G. M., de 30 años, que quería separarse de él.

Entonces el joven se molestó mucho e incluso la agredió físicamente, pero nunca pensó que se suicidaría, según señaló la dama.

El fatal desenlace ocurrió en una casa ubicada en la calle 18 entre 31 y 33 de la citada colonia, donde a la medianoche M. G. R. C., de 26 años, discutió fuertemente con su marido y le dijo que quería el divorcio.

Tras la discusión el hombre se retiró molestó y regresó como a las tres de la madrugada. Luego de discutir de nuevo con su mujer, la obligó a entrar a la habitación que compartían.

La dama, temiendo que la golpeen de nueva cuenta, se encerró en el cuarto, pero minutos después salió a ver dónde estaba y fue cuando escuchó los insistentes ladridos del perro en el patio.

Al salir encontró a su marido ahorcado en un tinglado y, pensando que aún podía salvarle la vida, desató la soga y lo bajó.

Enseguida llamó a los servicios de emergencia, pero ya nada pudieron hacer por él.