MÉRIDA.- El boxeador guanajuatense Eduardo “Lalo” Torres fue vinculado y permanecerá en prisión todo el tiempo que dure su proceso, por los delitos de violencia familiar,  violencia familiar equiparada y lesiones calificadas, que cometió contra sus hijos y su esposa.

Durante una audiencia privada, la juez de control Suemy del Rosario Lizama Sánchez, mantuvo los cargos en contra del púgil y determinó que el cierre de investigación se efectúe en tres meses.

“Lalo” Torres fue detenido la tarde del viernes en calles del Centro de Mérida, cuando salía de un hotel en donde, previamente, había tomado parte en la ceremonia de pesaje para que pelee al día siguiente.

Fue denunciado por su esposa B.V.V.B., en agravio de sus hijos menores L.D.T.V., D.E.T.V y A.V.V.B., de 4, 6 y 8 años de edad.

En diciembre del 2016, golpeó y sacó del hogar familiar a la mujer, quedándose con sus hijos.

El 7 de enero del 2017, el púgil guanajuatense, radicado en Mérida, llegó ebrio a su casa de la colonia Alemán y tras tener relaciones sexuales frente a sus tres hijos (con una mujer desconocida) se fue a dormir.

Al día siguiente el sujeto levantó a patadas a la niña de 8 años, que dormía en una hamaca, y la agredió: intentó ahorcarla, le mordió en los brazos, la espalda, cara y las piernas. También maltrató a los más pequeños.

Atacó a la niña porque no le gustaba le ocultara que su madre los estuviera viendo, aunque sea de lejos.

La pateó en el tórax y espalda, y con el puño le dio en la cara y cuerpo. La golpiza no acabó allí, el boxeador tomó un desarmador y golpeó la cabeza de la niña.

Con un zapato, repitió la acción. Con jaloneos, le arrancó parte del cabello y la mandó a asearse.

La mantuvo encerrada hasta el día 11, cuando Torres empacó y salió de la casa; la esposa aprovechó la ausencia del sujeto para rescatar a los menores.